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Fuente: elconfidencial.com
¿Por qué hablamos en sueños?
Según la RAE, la somniloquia es una parasomnia referida al hablar en voz alta mientras se duerme. Usualmente son sonidos simples y poco claros, pero en algunos casos pueden ser largos discursos en voz muy alta y ocurrir repetidas veces durante el sueño.
Es más común en los niños, pero persiste en algunos casos en la adultez (alrededor del 5% de los adultos hablan dormido).
Se asocia en ocasiones al sonambulismo.
En un artículo dedicado a las parasomnias en El Confidencial, se refiere que hablar en sueños es una circunstancia que puede heredarse genéticamente, afectando más a los hombres y durante la infancia.
También dormir mal o poco, la fiebre, el estrés, o estar bajo los efectos del alcohol y las drogas pueden provocar episodios de estas características.
Variedad de casos
Hay diferentes maneras de hablar en sueños y también depende de la situación y la persona que lo hace. A veces surge espontáneamente, otras, se hace en respuesta a alguien que le habla mientras está durmiendo. Pueden ser murmullos o gritos, frases coherentes o palabras desconexas o ininteligibles.
El habla nocturna se da en cualquier fase del sueño y momento de la noche. No es nada malo, pero a veces puede ser muy embarazoso para el que la padece y muy molesto para su acompañante.
¿Cómo evitar hablar dormido?
La manera, la postura y las condiciones en las que dormimos pueden ser detonantes de nuevos casos. Os dejamos algunos consejos para que en tus noches y las de los tuyos reine el silencio:
La temperatura del dormitorio, según las recomendaciones de los expertos, debiera estar en torno a los 21 grados centígrados.
Evita dormir con una manta pesada, opta por un edredón nórdico (en invierno) o una colcha liviana.
Date un baño caliente antes de acostarte.
Evita hacer ejercicio en las dos horas antes de irte a dormir.
Estos son algunos consejos que puedes seguir:
Si te pasa muy a menudo, prueba a hablar con un especialista del sueño para descartar posibles problemas o trastornos psíquicos.
Intenta acostarte siempre a la misma hora, dormir lo suficiente y despertarte siempre más o menos a la misma hora también.
Evita el alcohol, la cafeína y/o el tabaco…
Las parejas pueden optar por dormir en diferentes habitaciones, o en su defecto, usar tapones. Las máquinas de ruido blanco pueden ser una buena opción.
La manera, la postura y las condiciones en las que dormimos pueden ser detonantes de nuevos casos. Os dejamos algunos consejos para que en tus noches y las de los tuyos reine el silencio:
La temperatura del dormitorio, según las recomendaciones de los expertos, debiera estar en torno a los 21 grados centígrados.
Evita dormir con una manta pesada, opta por un edredón nórdico (en invierno) o una colcha liviana.
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